jueves, 22 de enero de 2009

Cuando pasa por las calles le dicen: ELEMENTAL, el problema radica en que para él nada es elemental, todo es oscuro y confuso, todo lo frustra, pues solo anda entre cables de calibre número ocho.
A mil!, a mil!, la arepa con queso, lleve la verdadera arepa de chócolo, compre las empanadas envigadeñas aquí en el envigadeño, bien pueda tome asiento, si en un mes se le raja, viene por un par gratis.
Sigue su camino, evadiendo todo a su alrededor, llega a su toldo y con calma abre su chuzo, de inmediato se activa la alarma, pero con solo presionar el botón adecuado se desactiva, prende un cigarro y se sienta, aquí y allá cables por todos lados. Llega un señor y lo llama: elemental, le vendo este obturador de cinco fases inversas con cuatro bobinas altas y bajas. Sabe que lo que le venden está muy malo, pues encuentra pedazos de aislante regados en la carcasa, lentamente deja el mostrador, se sienta cómodamente en su silla y le dice que no compra basura. Han transcurrido tres horas y no ha vendido nada, de pronto de entre el fondo de su taller un cable se empieza a mover como si fuera una serpiente, se agacha y mira que se está adentrando en un hueco de un zócalo, trata de detener el cable pero se hunde más y más deslizándose en sus manos, toma el resto del cable y lo amarra a una columna, pero mientras lo amarra, otros cables lo atacan, uno empieza subir por sus piernas, mientras otro se le enrosca en su cuello y lo empieza a ahorcar, él trata de soltarse, pero son esfuerzos en vano, los cables lo han inmovilizado y empieza a ver una luz, pero esta luz no es la que le manda Dios a los que están pa’ morirse, ni tampoco la perdida de neuronas que cuando se van extinguiendo sueltan un gas que lo ponen a ver luces a uno, nada de eso, los nano robots que tiene insertados en todo su cuerpo han lanzado una señal de emergencia para que el Agdar (ángel guardián de acción rápida) reaccione y descargue miles de voltios en los cuerpos que lo abrazan, no sé sabe por qué su Agdar está tan lento para ir en su rescate, ¿será que le entró un virus?, ¿será que se descargó y la ups(Uninterruptible Power Suply) no funcionó? dadas las circunstancias si estuviéramos viendo un programa de televisión veríamos unas letricas en japonés parecidas a unas comillas y al lado la traducción al español: continuará, pero no, esto es la vida real y de inmediato otros cables, unos más poderosos; unos que son de dos, tres y hasta cuatro líneas, todos encauchetados lo levantan y lo llevan cargado, parece levitando entre eses. Sus ojos están entre abiertos y entre cerrados, se deja llevar y mientras tanto piensa a dónde lo llevarán y cuando tratan de sacarlo, se chocan contra un anaquel, retroceden para coger impulso y cuando arrancan a toda velocidad, su cuerpo emite la última llamada de emergencia, la cual activa en su piel unos termo transmisores que lo calientan a un grado tal que los cables lo sueltan de inmediato y él cae en seco contra el piso, se despierta rodeado de cables, a su silla se le quebró una pata mientras él dormía con los pies recostados en el mostrador.
Podría vivir un poco mejor con los mitos y las mentiras,
cuando la oscuridad se rompió dentro, analicé y acabo de grito
Podría vivir un poco en una línea más ancha
Cuando se va el cambio, cuando se va el impulso,
Para perder el control. Cuando aquí venimos.
Ian curtis

domingo, 18 de enero de 2009

Marta es cosita seria

Marta se levanta temprano, antes que los obreros pasen, antes que su hermana se vaya para el trabajo, permanece sentada en su cama y piensa en lo mucho que tiene para hacer, es un corto respiro y un gran suspiro el que la levanta de la cama y con temple, bravura heredada de muchas décadas atrás, segura en las tinieblas traspasa el marco de su puerta y pasa por los corredores, mientras la luna azulada aún entra por el patio y traspasa las tejas, ya se acostumbró al ruido matutino de la fabrica, la cual yace como un rumiante de noche y de día.

Esta es Margara, hermana de Marta, de pelo corto y una mirada irritante, aquellos que pasan a su lado piensan que ella se trago un limón, pues en su rostro el mal carácter dejo huellas que la hacen ver ácida, se levanta y lo primero que hace es sentarse a tomar una taza de chocolate que Marta ya ha preparado. El uniforme aplanchado permanece colgado al lado del baño, Maragara deja la taza sobre la mesa y entra al baño, primero pasa un pie por el chorro y luego el otro, ella piensa que como se acabo de levantar uno no puede meterse de una al chorro, pues puede torcerse algún músculo y quedarse así por el resto de la vida, por eso es meticulosa, primero un pie, luego el otro, luego una mano y así hasta que se empapa completamente. Faltan cinco para las seis y Margara sale deprisa para la fabrica que queda a una cuadra de su casa, mientras Marta trabaja y trabaja tres muchachos duermen, uno gordo, uno flaco y otro flaco y pequeño, el pequeño está en tercero de primaria, el flaco en quinto y el gordo en séptimo, al gordo le gustan las revistas de porno y mantiene dos o tres bajo la cama, al flaco le gustan los albunes de Tundercats, mientras que el pequeño le gusta hacer montañas con las cobijas gruesas y gastadas con que duerme.

Marta tiene un amante dos casas mas allá de donde vive ella, el hombre de estatura promedio trabaja guadañando prados, moreno y de barba dispersa, es tranquilo y paciente, no le importa lo que digan los vecinos, sabe que Marta es solo para un rato, pues piensa que el hombre es como la hierba, después de cierto tiempo se balancea de aquí para allá con cualquier vientecito y es por eso que no pierde el tiempo tratando de alargar sentimientos y por eso los corta con los hilos de su guadaña. los martes se encuentra con Marta a las cuatro en punto, le da un licor y se van directo para el colchón, mientras una vecina los mira desde la terraza vez tras vez.