sábado, 17 de octubre de 2009

Sin titulo

Hay quienes hayan razones para vivir en este mundo, a esos los felicito, hay otros que con todo derecho hayan razones para morir, a esos los admiro.

Gloria se levanta todos los días a la misma hora, en su cuarto todavía se encuentra la misma decoración de una fiesta de cumpleaños de hace cinco años atrás, fue una fiesta a reventar, vino toda su familia con una torta de dos pisos y colocaron muchas bombas por toda la casa, fue un día inolvidable, con muchas risas y música, es por eso que gloria no lo quiere olvidar, y como una sombra reminiscente de su pasado va guardando las cosas bonitas en su cuarto, bajo llave para que sigan intactas como en su memoria.
Nunca tuvo hijos, lo que pudo ser hijo se quedo en el intento, pero en cierta forma adopto a su hermano Ramiro como su hijo y eso porque desde muy temprana edad lo tomaba de la mano y subía las pendientes de este pueblucho hasta dejarlo en la puerta del colegio, pero ahora son mayores, Ramiro acogido por un ángel en sus alas se quedo y ahora la fotico de Ramiro con un sombrero pantaloneta y zapatos de charol permanece junto a la del hombre que una vez quiso.
Gloria cumplió cincuenta años, junto a su cama tiene dos frascos de mataratas, en pijama y mirando la decoración fijamente, se acuesta y un temblor recorre todo su cuerpo y en vano agarra las sabanas para no gritar.
Hoy escucho the cure mientras sacan a gloria de su casa tapada con las mismas sabanas que vomitó hace dos días. 2004