domingo, 8 de febrero de 2009

Ventajas de no ser un macho alfa dominante

Puedo pasarme dos horas viendo una bola colombiana y aun puedo decir perfectamente, como si fuera el rojo y amarillo bien delimitados por un azul, que aquel día cuando pasé al frente de su balcón y me miró con esos ojos canela que brillaban y me dejaban a mí con nauseas que perdí todas las bolas por estar pendiente de ese maldito balcón.
Y yo desde ese día establecí como campo de juego para todos aquellos jugadores, pipeadores profesionales el prado que queda al frente de ese balcón. Ella no sale mucho, pero cuando sale todos nos ponemos ariscos, todos miramos donde ella mira, todos queremos saber qué le gusta, y recorre en mi interior un brío, que me convierte en payaso, en campeón de lucha libre, en Murdok el de los magníficos y hasta en asesino en serie. Lo peor es que quedo sin fuerzas y no puedo hacer ninguno de esos papeles y para ajustar sin bolas para jugar. Pero sé que a ellas no le gustan los perdedores y por eso tengo que jugar bajo presión, pues esa mirada al horizonte desde su balcón me recorre y trato de voltear y mirarla y sonreírle, pero no puedo perder la concentración, pues el arroyuelo está completo con nueve bolas a la intemperie listas para ser pipeadas, y con un suave movimiento, sin ignorar la mirada tras mis espaldas, el balín que brillé el día anterior, gris y centelleante se pasa entre mis manos con un poco de arena para que no se me resbale, también traigo el coño (bola llena de huequitos debido a altos niveles de pipeadas); en la misma bolsa que Alfredo el chatarrero me dio cuando me vendió el balín por trescientos pesos, pero concentrado en la acción lentamente dejo el balín en mi mano derecha mientras esculco entre la bolsa el coño, extraído de entre las fauces de una bolsita de cuero, la cual cuida el instrumento que cambiará el destino del balín, el coño de la suerte sale perfectamente, sin obstáculos a chocar contra el cuerpo sólido y pesado del balín, uno o dos golpes y luego entre el corazón y el pulgar sostenido por el índice izquierdo el cuerpo circular grisáceo queda cargado como si fuera una de esas bolas que utilizaban para las catapultas y con los parpados semi cerrados calculo la fuerza de impacto y la dirección correcta, llega el momento esperado, el sudor de los demás jugadores se evapora con el calor, como motores en una grilla de partida tratan de contenerse las ganas de entrar al redil y sacar cuantas más puedan, pero es mi turno y aguardan ansiosamente, sale disparado el balín, catapultado ante un desierto delimitado por un circulo casi perfecto donde las esferas trasparentes , translúcidas por el sol yacen inmóviles, recorre rápidamente el camino y llega hasta el centro mismo del arroyuelo, una bola bogotana recibe el impacto y transmite la energía a las demás bolas, al final hay cinco bolas fuera del arroyuelo y un cuerpo circular grisáceo que queda dando vueltas en el lugar que pertenecía a las demás bolas. Ese día perdí hasta el casis (la cuota de bolas para poder participar en el juego) y como ya había dicho antes a ellas no le gustan los perdedores, es por eso que Victor quien arraso con todos aquel día también arraso con las esperanzas que cargábamos cada uno en nuestro interior de poder ver esos ojitos más de cerca o tan solo de sentarnos al lado de ella a solas en el muro, junto a la cancha y hablar. Al cabo de un buen tiempo, desistí de seguir pasando por ese balcón, ya la sola idea de verla junto a él me producía un dolor interno, pero la serotonina que tiene cada ser humano en la cabeza no deja que ese dolor se forme notablemente como si fuera una llaga o algo así dentro de uno y es por eso que acabamos dejando el asunto a un lado o simplemente termina uno pensando que algún día ella se dará cuenta de lo mucho que ha perdido al haber escogido al ganador, pero eso es simplemente un masturbador mental porque pasa lo mismo con los pelaos que son populares en el colegio, el goleador del colegio o la promesa musical del colegio, pero si alguien sufre de esos males debería verse animal planet, para que vea como el macho alfa mantis (el campeón, el que se volvió popular entre las hembras) tiene relaciones sexuales mientras la hembra mantis se le come el cerebro.