jueves, 4 de junio de 2009

Retazos de marasmos

Este relato hace parte de una serie de cuentos escritos en agosto del 2008, es el relato final de pacho, además incluye un escrito de manolo otro personaje que hace parte de la misma.

20 de diciembre
Estabas de perfil, el sol vomitaba los rayos en tu rostro y allá en la lejanía de estas montañas se veía el pueblucho en el que hemos nacido, la iglesia parecía sacada de un cuento, asentada en medio de la masa, en la humarada de las empresas, la niebla que pasaba de aquí para allá, como si tuviera algo que hacer, no dejaba ver la gente que daba vueltas caóticas con sus quehaceres, quizá en la bruma que los envuelve iban pensando qué era lo próximo que harían, otros como robots programados simplemente cruzarían el parque para comprar comida, sin pensar nada, solo en los frijoles en el arroz y las papas que llevarían a casa. Me arriesgo temblando hacia vos, caminando y el viento parecía que iba a mover la piedra donde estabas sentada y yo me iría arrastrado con él, no sé cómo alcanzo a sentarme a tu lado, como un perro qué no sabe más de su amo, qué solamente te hace compañía, y veo tus ojos posados en las casitas pequeñitas, me miras y con ternura tu brazo me rodea, mientras yo, niño escuálido y desnutrido te miro con curiosidad, ¿no morirme allí?, en la espesura del viento, hoy que respiro tranquilidad.
Fin de los escritos de francisco

escrito de manolo:
Desde pequeños comenzamos una vida de come mierda, si no cualquiera puede preguntarle a la mamá a ver si pequeños no nos tocamos el pito o la pita (como sea) y luego después de embadurnarnos la manita nos la llevamos a la boca, señoras y señores aprendemos a comer mierda desde pequeños, es algo que ya se quedo en el subconsciente, lo cargamos donde vayamos, también lo cagamos y ni siquiera nos damos cuenta. Durante mucho tiempo pensé que había que dejar de hacerlo, que uno no puede seguir comiéndola toda la vida, que había que cambiar de dieta, y me quise parar en frente de mi salón de clases y gritarle a mi profesor y a mis compañeros que podían largarse a la mierda y aprovechar cuando llegaran pa que se la tragaran toda, que si ellos se aguantaban tanta pestilencia yo no, pero otras cuestiones me abrumaban mucho más y como siempre lo único que hice fue tratar de dibujar un circulo a mí alrededor y decir que de el circulo para allá era la via láctea y del circulo para adentro era el mundo de manolo, pero¿ quien se aguanta un planeta donde es continuamente bombardeado por meteoros?, cuando había encontrado ciertas razones para mí, todo empezó a colapsar, me sentía como si ya la caca me la embutieran, de pronto sonando como la cancionsita de odisea al espacio de Stanley kubric, el muchacho que no mataba una mosca, mato como quinientas de un manotazo. Más adelante cuando ya no quedaban más reseteos, cuando de grito mis pulmones se quedaron estancados de sangre y me tocaba morderme la llaga y rascarme las costras en las esquinas de mis paredes, me contente con lo mismo de siempre aunque siguiera pasando por las mismas calles y ignorando miradas furtivas de personas que me felicitaban, que me saludaban y me decían: como está muchachon, va pa la universidad, Ah sí,y el trabajo como le está yendo, Ah bien, mientras que mi cerebro me decía este man carga mierda y muy fétida, fácilmente puedo decir hay gente que sobra en este mundo y he conocido a varios. Que se puede decir de alguien que nunca aprendió nada que no fuera tratando de hacerlo mediante él mismo, porque todo mundo te puede explicar, a quien no le han explicado alguna vez, pero todo eso se queda de tus oídos para afuera y los libros solamente te sacan de la rutina, no podes aplicarlos a tu vida porque te conviertes en el vomito de muchos otros manes, si se trata de aplicar un teorema filosófico a tu vida hazlo pensando si quien lo escribió haría lo mismo con un escrito tuyo, con uno que no tuviera nada que ver con el autor del best seller.