Quizá eso fue todo,
Un movimiento arrítmico, que formó innumerables huracanes,
Huracanes que pasan las montañas,
Que nos envolvieron entre sus brazos como dos locos,
Y no fueron solo las montañas las que se dividieron,
Fueron estos años de intransigencia,
Años de mutuo aniquilamiento.
Un fuerte viento,
Que se convirtió en tempestad,
Nos levanto por lo alto dejando miles de ruinas a su paso,
Ruinas que examino como si hubiera un tesoro,
Pero es en vano,
Pues la única verdad es que nunca hay,
Nunca hubo,
De eso si estoy seguro,
Es demasiado romántico decir que existió un tesoro,
El fuerte viento ha pasado ya y todo se lo llevo,
Todo a su paso, sin misericordia.